Así las cosas...
En estos días hablaba con una amiga encargada de hacer capacitaciones en manejo de Internet y nuevas tecnologías en las veredas alejadas del país, alejadas no sólo en términos tecnológicos, valga aclarar, que para quienes han tenido la oportunidad de visitar uno de los rincones más apartados de Colombia sabrán que es más fácil encontrar un chamán que un médico a cientos de km y que los caminos ¡se hacen andando!
Contaba asombrada la manera en que el cultivo de palma africana se ha tomado la gran mayoría de las zonas del Meta y la buena oportunidad que éste representa.
Hmmmm. Yo cuestiono para quién representa una gran oportunidad esta planta forastera que me recuerda la época de la extinta quinua y la eterna historia de los monocultivos que siempre ha mantenido la economía nacional y a los campesinos productores al margen de cualquier crecimiento real.

Para redondear mi oposición frente al monocultivo de palma africana les dejo un vídeo que conozco gracias a REDHER, la red de hermandad y solidaridad-Colombia.
Documental producido por:
Centro de Investigación y Educación Popular - Cinep,
Instituto Latinoamericano por una Sociedad y un Derecho Alternativos - ILSA,
Organización Femenina Popular y
Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo
Es preciso encontrarnos frente a duras situaciones para darnos cuenta que los sueños son peliculas que se ven con lo ojos al reves!!!!
ResponderEliminarvamos por mas .... quiero este pais.
Gracias por todo.
En un país donde la sonrisa de un pequeño te hace soñar un futuro mejor, se debe hablar con conciencia, actuar con conciencia, votar con conciencia. No nos podemos dejar derrotar por el facilismo que caracteriza al perezoso mental, que cree que acá ya nada hay por hacer para cambiar, que todo lo que nos puede pasar va a ser peor.
ResponderEliminarMe niego rotundamente a creerlo, y espero que no sea el único, así que informémonos y a las urnas con votos concientes de propuestas que nos permitan a nosotros mismos forjar un Colombia mejor.
Juan Manuel Morales Rodríguez