domingo, 25 de octubre de 2009

Incertidumbre

El primer instante de SER, consiste en una ruptura difusa entre lo posible y lo imaginado, carente de seguridad y claridad.

El mundo al que pertenecemos, ese al que nuestros sentidos se han habituado sin más interrogantes, no es muy distinto de aquel abstracto microcosmos que estudia la ciencia. Cada decisión, cada giro en el camino andado, cada palabra pronunciada, marca de una manera indeterminada la existencia sin permitirle suceder de otro modo. Así funciona nuestra vida, tal como se comportan las partículas que constituyen el universo: Werner Heisemberg, a sus 25 años sabía todo sobre las limitaciones fundamentales de la existencia de lo diminuto, con su Principio de Incertidumbre demostró que "medir la posición del electrón en un instante hace inexacto nuestro conocimiento de su posición futura" pero su premisa asegura también que esta limitación frente a la medición de la posición y el momento no es apreciable en los objetos de tamaño ordinario y sin embargo la existencia de los hombres está signada por la incertidumbre y el temor constante frente a la posibilidad de errar.

"Cuanto mayor sea la exactitud con que se conoce la posición, menor será la exactitud con que se conoce el momento" y viceversa. El futuro no puede conocerse, el tiempo es tan sólo una invención humana y lo único que nos es posible saber con exactitud es nuestra condición actual. Al fin y al cabo como dijo Carl Sagan la tierra es sólo un pálido punto azul en la inmensidad del universo, y nosotros en él partículas tan pequeñas como electrones.


Un pálido punto azul


No hay comentarios:

Publicar un comentario